El agotamiento en la tecnología no siempre llega de golpe

A veces, llega en silencio.
Estás lanzando funciones, respondiendo en Slack, corrigiendo errores. Pero algo no cuadra. Abres tu portátil y te sientes... plano. No abrumado. Ni siquiera estresado. Simplemente, insensible.
Dejas de celebrar las pequeñas victorias. Olvidas hacia dónde te diriges. Tomas descansos, pero nunca te sientes descansado. Funcionas, pero no te sientes vivo.
Este tipo de agotamiento es más difícil de nombrar, pues sigues sacando cosas adelante.
Pero te estás desvaneciendo.
Si estás aquí, no estás solo. Pausa. Respira. Sal un rato. Habla con alguien que no se preocupe por los plazos.
Estoy aquí si me necesitas.
No necesitas renunciar a tu trabajo. Pero puede que necesites volver a ti mismo.
Escrito por Minh Cung — Fundador de Quiet Circles, construyendo infraestructura emocional para el trabajo moderno. Conéctate con Minh en LinkedIn.


